Llegaste en un momento esperado de mi vida, en una fecha que no quisiera recordar. Porque desde que esos recuerdos regresan a mi mente no soy la misma y el llanto y la melancolía se apoderan de mi.
Tu me enseñaste muchas cosas, cosas que no vale la pena mencionar, ya que no tuvieron ningún tipo de relevancia positiva ni en mi ni en mi comportamiento. Me llenaste de desilusión, de poco tacto, de desesperanza, de amargura y dolor, de llantos insaciables, me quitaste gana alguna de vivir y condenaste a cadena perpetua a mi sonrisa.
Y es que por tu presencia me acostumbré a no reir y olvidé cuán cálido puede ser un abrazo en el momento indicado, lo delicioso de un beso en la mañana, lo tierno de una mirada llena de amor y todo lo que liga al ser humano de una forma u otra consigo mismo y con su felicidad. Tu me quitaste todo lo que me pertenecía, hasta mi alma te llevaste lejos para que fuera incapaz de sentir como lo hacen los demás y me llena de envidia ver como todos pueden ser amados, pueden sentirse queridos y protegidos y ver cómo a mi no me hace ni cosquillas lo que me dicen ni lo que hacen, que por más que intento recordar como se siente alguna emoción, no la entiendo porque hace años dejé de sentir cosa alguna...
Y es que desde que tu llegaste me olvidé de mi, de mis principios y de todo lo que vale la pena, de mis amigos, de mis amores, de mis familiares, de mis alegrias y es que Soledad desde que tu llegaste ya yo no sé vivir...
muy profundo, un grito desesperado del alma. Att. Tu mayor fan
ResponderEliminarMuchas gracias! :)
ResponderEliminar