“Y mis ojos se unieron
a los ojos
de todas las pupilas del espacio” Julia de
Burgos
Aquel atardecer vi un rostro que no podría olvidar
Unos ojos que me llamaban a no dejarlos de mirar
Cambié el rumbo de mi cornea un par de veces
Sin embargo mis ganas aumentaban con creces
Nuestros ojos jugaban a las escondidas
Mientras nuestros labios esbozaban sonrisas
Su canción y la mía sonaban al unísono
Un hermoso trasfondo nos llevaba al paraíso
Al final de la jornada me invitó un café
Que me llevó a pensar lo que podría suceder
Luego de amarrar unas cuantas emociones
Me aventuré a deslizar mis simples opiniones
Las canciones ya no sonaban al unísono
Ya tampoco era capaz de ver el paraíso
Tomé por las manos la dignidad que me quedaba
Y crucé por la puerta de las ilusiones quebradas
Voltee un segundo a buscar una nueva dirección
Y en ese momento dio un vuelco mi corazón
Había encontrado otros ojos que mirar,
otro rostro que palpar , otra vida que admirar…