La voz que nunca pude ver..

Me levantaba todos los días asustada y sorprendida a la misma hora, siempre a las tres de la mañana. Todos los días el mismo sueño, la misma habitación, el mismo colchón gastado, el mismo cuadro, la misma voz; sin embargo casi todas las noches esa voz me decía algo distinto.

Mi  vida no era nada interesante, mi empleo lo era menos, era cajera en un banco y no aspiraba a más. Mi vida social era bastante deprimente también; así que no había motivo alguno por el cual sentirme especial. Sin embargo algo me decía que era diferente, que no era como los demás aunque aún no supiera en que, yo me diferenciaba del resto del mundo.

Al no tener nada de qué preocuparme durante el día, salvo pagar las cuentas, me concentraba en descifrar mis sueños, lo que casi nunca lograba. En un viejo cuaderno apuntaba todo lo que recordaba, siempre era diferente, pero seguía un patrón constantemente había dolor de por medio.

La primera vez que tuve este tipo de sueño fue el 30 de noviembre de 2009, la voz me habló de una transgresión horrenda descrita con un gran lujo de detalles; violaron a un jovencito, no supe su nombre y ese sueño o pesadilla lo tuve durante 31 días más y después llegó mi segunda historia. Ahí la voz narró el robo a un banco y de cómo el ladrón  se había escapado con once millones de pesos sin ser detenido por las autoridades y este sueño lo tuve por 27 días.

A partir del segundo comencé a tener espacios entre un sueño y otro y las llamé "noches nulas," pero aún así escuchaba la voz llamándome para despertarme a las tres de la mañana. Y ya cuando tuve mi tercera revelación había tenido 2 noches nulas y ésta fue acerca de una noche de mucho desenfreno y exceso de alcohol en la que se golpeó a alguien hasta romperle la nariz. Ese sueño lo tuve por 12 días, pero había algo más, tenía un vago recuerdo de una última palabra, mas no podía recordarla.

Comencé a ver en Internet qué querían decir mis sueños, pero no encontraba nada coherente y esto se estaba convirtiendo en un verdadero fastidio. En todo el día no hacía más que pensar en la voz y en qué me diría la noche siguiente y si algún día podría ver algo más que esa habitación vacía.

Llegó el cuarto sueño después de tres noches nulas y éste duró 21 días, era sobre el asalto a un barco que iba cargado de joyas y piedras preciosas por el mar mediterráneo y luego de acabado el sueño pude por fin anotar en el cuaderno la palabra que no recordaba, la voz dijo ''necesito'' y luego me desperté.

No entendía nada, creía que me había despertado antes de tiempo y que la voz me quería decir algo más. Mientras, yo seguía buscando alguna explicación a mis extraños sueños, pero no había logrado más que pensar dos cosas. 1 que las personas en Internet pueden dar respuestas muy estúpidas y 2 que debía de existir alguien más que estuviese viviendo o hubiese vivido lo mismo que yo o al menos algo parecido.

El siguiente sueño fue algo escalofriante, la habitación estaba más oscura que de costumbre y la voz se escuchaba más espeluznante que nunca. Esa noche del seis de marzo de 2010 fue la primera de 41 noches horribles. El sueño fue acerca de la mutilación a un ladrón, algunos dirán que fue en justicia por sus actos delictivos, pero ningún ser humano merece ser tratado de tal manera. Describía la forma en que la sangre chorreaba por todos lados a causa de los golpes desmedidos de un hombre al ladrón. Sólo tuve 4 noches nulas y al final de la última noche escuché otra palabra ''que'', volví a pensar que la voz quería decir algo y lo apunté en el cuaderno.

Por la mañana indagué acerca del tipo de contacto que hacen las almas con las personas, pero no salí satisfecha. Me fui luego a casa de una amiga y faltando un cuarto para media noche me regresé a casa y justo 5 minutos después de acomodarme en la cama tuve mi sexto encuentro con la voz. En esta ocasión  se le escuchaba más tranquila o simplemente me había acostumbrado a su horrible sonido del sueño anterior, comentó sobre un secuestro a un amigo del cual lo habían hecho partícipe sin saberlo, el joven llegó un día a su casa y unos hombres se lo llevaron. Dio más detalles de los que no recuerdo nada y que asumo no son muy importantes, pero sí recuerdo su última palabra ''vengas'', ya se estaba volviendo costumbre decir algo antes de yo despertar. En los días en que este sueño se repitió, que fueron 18 más 5 noches nulas, presté atención con sumo cuidado a cada mínimo detalle para apuntarlo, pero no logré nada nuevo.

Luego tuve mi séptima revelación, ésta acerca de tráfico de niños y mujeres y de cómo  a algunos se los llevaban prometiéndoles el paraíso sabiendo que se los llevan al mismo infierno. En esa ocasión pude sentir mucha tristeza y los 33 días que me duró ese sueño al levantarme siempre encontré una lágrima recorriendo mi mejilla y luego recordaba su palabra para apuntarla en el cuaderno ''urgente''.

Aún seguía sin entender nada y leí varios relatos acerca de cosas parecidas, todavía recuerdo un título para mi imborrable ''Liberando a un fantasma'', el que me ayudó a entender que no estaba loca y que ciertamente los fenómenos existen y sólo algunos son capaces de verlos, sentirlos y por qué no, soñarlos. Tuve 6 noches nulas antes de tener mi próximo sueño.

Con el octavo sentí que tenía un diario cualquiera y que no era noticia nueva, hablaba de lavado de dinero y de falsificación de documentos. Este relato no me preocupó en lo absoluto, es más, las 23 noches que duró prácticamente las sumé a las siete nulas, porque este sueño no me impactó para nada. Es increíble lo rápido que puede acostumbrarse el ser humano a las cosas malas y verlas como normales. Lo único que valía la pena era una nueva palabra "estoy".

En la noche 31 estaba dispuesta a repetir el sueño o tener una noche nula que ya se habían vuelto costumbre, pero me sorprendí al tener mi noveno enfrentamiento con aquella habitación y su voz y estas fueron unas 6 noches que quisiera olvidar. Todo el sueño se trató de cómo un hombre quemaba viva a una familia completa dentro de un cuarto. Describía todo el escenario y al parecer este mismo hombre había sido el autor de algunos de los crímenes que había escuchado y al final del sueño otra palabra "en". Yo seguía cuestionando que querían decir estas palabras y qué me quería decir la voz que nunca terminaba.

Luego dos nuevas noches nulas vinieron y después el décimo sueño. Ya no aguantaba más, me estaba volviendo loca, no podía seguir así. Tenía sentimientos encontrados porque quería saber qué diría la voz, pero sabía que eso implicaba más sueños horrendos y escuchar todo lo horrible que la voz decía, como en este sueño por ejemplo que daba asquerosos detalles de cómo mataban por asfixia a una pareja de ancianos. Este odioso sueño lo tuve por 32 días y al final de éste la voz dijo una palabra que me preocupó, me llenó de miedo y me puso más alerta que nunca "problemas". Por más horrible que fueran mis sueños jamás me habían insinuado peligro y fue aquí cuando decidí investigar más.

Moría de intriga y temor, no sabía por qué la voz me hablaba de problemas, no sabía ni por dónde empezar. Fui a donde una médium para saber si la voz era de un fantasma o algún alma en pena y al parecer no era ni una ni otra, también fui a donde un hombre que interpretaba sueños y tampoco pudo ayudarme mucho. Y después de tres noches nulas llegaron 25 días muy provechosos para mí, quitándole el sueño en sí, que se trataba de la muerte de una mujer embarazada causada por electrochoques y en esta pesadilla se describía a un hombre con el mismo perfil que el criminal anterior. Me di cuenta de que podía preguntarle cosas a la voz una noche y a la siguiente ser contestada mi duda, saqué y apunté en el cuaderno un pequeño resumen de todo lo que recordé que la voz dijo.

Me expresó que era real, o sea una persona de carne y hueso, que no sabía cómo había podido comunicarse conmigo a través de mis sueños. Cada una de mis pesadillas fueron experiencias vividas, pero no crímenes cometidos por él, sino por su padre quien lo llevaba a todas sus masacres para que "disfrutara del espectáculo". Me confesó que el chico de la primera pesadilla era él y que su vida se había convertido en un infierno a partir de ese día. También me dijo que se apellidaba Rodríguez y que tenía 21 años, además de que su padre lo tenía aprisionado viviendo con él a fuerzas y eso lo tenía al borde de la locura.

Luego vinieron 4 noches nulas que las usé para hacer conjeturas de toda la información que tenía y ahí descubrí el mensaje que me había dejado el chico Rodríguez, decía: "necesito que vengas urgente, estoy en problemas". Cuando aún no dominaba su don eso era lo que podía hacer mandar palabra por palabra. Y la noche siguiente fue la primera de 23 en las que la voz me daba unos acertijos que no podía descifrar. Cada 10 días lo cambiaba por uno diferente y el segundo decía: "1 millón en la biblioteca nacional 5" y solo hasta el último día pude darme cuenta de que me estaba dando una dirección, calle biblioteca nacional número 5, en el millón.

Busqué esa dirección rápidamente y al día siguiente estaba de camino para allá. Sucedió que en esa misma dirección había tres casas y un residencial con el mismo número y como no sabía a cual tocar me devolví y tuve 4 desesperantes noches nulas. Cuando por fin terminaron le pregunté a la voz en qué lugar era de todos lo que había visto y me contestó que debido a algo inesperado se encontraba con muy pocas energías.

Y después de cinco noches nulas, más cinco noches en las que escuchaba a la voz jadear por falta de oxigeno pude saber que vivía en el Residencial Carolina IV y ya a mitad de la séptima noche supe que era en el apartamento 8B. Salí corriendo hasta la casa de los Rodríguez y toqué, mas nadie abrió.

Rompí el llavín y me abrí paso entre el tiradero, vi una luz tenue y me dirigí hacia ella, cuando abrí la puerta sentí unas ganas inmensas de llorar, ese pequeño aposento al que había entrado era el que veía en mis sueños todas las noches desde hacía un año. Grité esperando respuesta, pero no la recibí.

Recorrí el cuarto y no había nadie en el, me dirigí hacia un diminuto baño y cuando entré lo primero que vi fue un camino de sangre regado de una manera en la que se notaba a leguas que había habido un forcejeo y a unos cuantos centímetros yacía el cuerpo de un joven con las muñecas rasgadas y su cuerpo metido dentro de la bañera llena de agua que se había teñido de color carmesí por la sangre derramada y al lado de su pierna izquierda había un radio que con las baterías que traía había sido suficiente para acabar con la vida del joven Rodríguez e incluso desfigurar un poco su rostro.

Entre los papeles que había en el suelo encontré una carta con letra garabateada y llena de sangre, escrita con prisa dirigida a mí que decía:

Querida amiga, déjame presentarme soy Francisco Rodríguez, médico veterinario, amante de la música, del arte y de la vida a pesar de la que me ha tocado vivir, lamento que estés leyendo esto ahora porque significa que llegaste y ya no estoy yo para decirte nada, mi padre cuando volviera tenía planeado llevarme a algún lugar para terminar de quitarme la vida, por eso antes de irse me golpeó fuertemente y cortó mis venas, y con la poca energía que me quedó pues quise expresarte mi gratitud por este año en el que me acompañaste desde lo lejos y fuiste quien me ayudó en lo que pudo. Perdóname por haberte hecho pasar por tantos momentos desagradables. Espero que ahora la paz vuelva a tu vida. Lamento haber sido esa voz que tanto te torturó y jamás pudiste ver.