domingo, 19 de diciembre de 2010

Una gran obra..

El pueblo de Evolet era reconocido por sus abundantes riquezas, fábricas industriales y su alto nivel de educación. No había rangos sociales, todos poseían prácticamente la misma cantidad de bienes, se vivía plácidamente y me atrevo a decir que eran felices en su mayoría. En este pueblo vivían los mellizos Rachelle y Daniel Carpenter que junto a su amigo Tomás  iban haciendo obras de caridad por el pueblo y sus alrededores.

Un día planeando su última obra del año, Rachelle tuvo la grandiosa idea de hacer que cada persona del pueblo  donara un juguete o ropa (nuevo) y el día de navidad juntos lo repartirían al pueblo más pobre. Sería la labor más grande de toda su vida.

Tomás no estuvo de acuerdo con la idea, ya que en el pueblo era costumbre que en navidad todos los Evolenses se regalaran entre sí, al menos una tarjeta y para Tomás eso significaba renunciar a más de un regalo y esa era la época más esperada por él.

Diariamente se reunían cuatro y cinco horas para planearlo todo a la perfección. Rachelle y Daniel buscaban las mejores formas posibles de hacerlo y Tomás la manera de sabotearlo. El día de la repartición de volantes anunciando la obra, Tomás pidió ser el encargado de entregarlos y cuando llegó a un basurero allí aprovechó y los rompió y quemó sin dejar rastro de alguno.

Días después Rachelle y Daniel se preguntaban por qué no veían movimiento alguno respecto  a las donaciones  (Evolet siempre había respondido positivamente a sus peticiones) y tomando un megáfono en medio del parque “Victoria” se anunció su plan y la necesidad de que se corriera la voz. Al día siguiente no se hablaba de otra cosa que no fueran las donaciones. Lo cual molestó bastante a Tomás al ver que sus intentos de sabotaje habían fallado.

Los regalos se fueron depositando bajo un gran árbol  de navidad en el centro del parque “Victoria” y el día anterior a la entrega ya no cabía un juguete más. Los subieron a cuatro camiones enormes  y nuestros tres amigos partieron pasadas las 2 am hacia un pueblito que estaba a cinco horas de distancia.

Cuando llegaron, las reacciones no se hicieron esperar, todo el pueblo estaba despierto esperándolos, las sonrisas en las caras de los niños eran deslumbrantes y todos corrían hacia los tres angelitos (así los llamaron) a darles las gracias por tan hermoso gesto. Tomás estaba asombrado, feliz, más feliz de lo que había imaginado, más feliz que con cualquier regalo que le hubieran dado.
 Ese día aprendió la importancia de compartir, de ser desprendido, aprendió que con un poco que él y sus amigos dieran podían ayudar a muchos y ese gesto fue un motivo de alegría para más de trescientos niños.

Espero que en esta navidad al igual que en estos pequeños nazca en ti el deseo de ayudar y ser alegría. Felices fiestas.


lunes, 13 de diciembre de 2010

“Mediocres”, pero reales..

Me crié en un mundo donde la perfección era necesaria, no una opción, mucho menos un ideal. Siempre supe que no pertenecía a allí. Me veía forzada a ocultar los errores que cometía para evitar ser una vergüenza.

Si para todos era difícil para mí lo era aún más, ya que me veía obligada a actuar de una forma siendo yo de una totalmente contraria. Conocí a muchos perfectos y un día recorriendo nuevos lugares (cosa prohibida por los mismos) conocí a un exiliado, al cual llamaban “mediocre”. Me contó que por admitir sus equivocaciones lo habían expulsado de ese mundo, simplemente por ser sincero, por demostrar quién era él verdaderamente.

Entendí gracias a él y nuestras conversaciones posteriores que allí nadie era perfecto en verdad, sino que todos sólo pretendían serlo. Era un mundo lleno de falsedades y mentiras, todo por querer verse superiores a otros. Entonces junto al “mediocre” me dirigí a casa, armé mis valijas y vine al mundo de la realidad.


sábado, 11 de diciembre de 2010

Obsesión por mi sangre..

No puedo soportarlo más, debo probar otra vez. Nunca había degustado un sabor tan exquisito. Cada célula de mi ser pide desesperada un poco más. Estoy distraído y no hago otra cosa que pensar en el día en que por accidente probé. Al tocar mis labios sentí  como el mundo relucía de forma más bella, sentí como recorría todo mi cuerpo llenándome de una nueva energía. Deseaba seguir probando, pero sabía que si una gota más tocaba mis papilas gustativas ya no podría detenerme.

Llevo seis días pensando si hacerlo o no y cada vez la tentación es mayor y mi ansiedad me consume más rápidamente. Después de aquel día nada sabe igual, todo ha disminuido su nivel. Hasta el más rico manjar es incomparable.

Ya no aguanto, debo probar aunque sea un sorbo, uno corto. Me morderé suavemente la muñeca izquierda, para no hacer una herida profunda, daré dos buenos tragos y me detendré luego. El primero será delicioso, el segundo aún más y… un tercero no hará daño.

Días más tarde Joey es encontrado muerto en el balcón de su casa, desangrado, pero sin rastro alguno de sangre y con una mordida de algún animal de colmillos muy afilados en la muñeca izquierda. 


viernes, 26 de noviembre de 2010

Se vale equivocarse...

Toda mi vida la he vivido con miedo, miedo a su desprecio debido a mi pasado, a que  me juzgue sin saber cómo ocurrió todo. Me he abstenido de hacer y decir ciertas cosas por esta misma razón. Sé que me quiere y que busca lo mejor para mi, pero mis historias pasadas me viven recordando lo que alguna vez fui y no me permiten expresarme libremente.

 En una que otra ocasión le conté algunas anécdotas de mi vida sin relevancia y para mi alegría su reacción fue totalmente contraria a la que esperaba, sin embargo las fuerzas me faltaron para seguir hablándole. Me mostró su lado tierno, me dio confianza y aún así no encontraba la forma de abrirme con él, ya que el temor a perderlo era más grande que cualquier otro sentimiento. Teníamos una gran conexión y una relación envidiable ante la vista de los demás, mas yo no encontraba como salir del cascarón que me envolvía.

Un día se acercó y me dijo que no importaría lo que le dijera a cerca de las cosas pasadas, eso no lo alejaría de mi y al escuchar dichas palabras mi corazón dio un vuelco. ¿A caso sospechaba algo? IMPOSIBLE! Era algo impensable y más aún viniendo de mi, nadie jamás imaginaría algo así de mi.

En verdad me amaba tal cual era o tal cual podía ser, me amaba en esencia. Ese fue el motor para atreverme a hacerlo. Di unos cuantos pasos y lo besé en la frente, le dije que lo amaba y procedí a contarle todo sobre mi y los tormentos que me perseguían. Las lágrimas no faltaron en nuestros semblantes y cuando terminé de hablar él me abrazó, me miró fijamente a los ojos y me dijo que a partir de ese momento me amaba más que nunca, que no se apartaría de mi lado y que sería mi soporte para ser mejor cada día, ahí recordé por qué lo amaba tanto, me miró y me dijo "tranquila, se vale equivocarse" y con un hermoso atardecer dimos inicio al mejor momento de nuestras vidas.


jueves, 25 de noviembre de 2010

Dama de Blanco..

Era una noche cálida y llena de vida, las calles estaban repletas. Sin embargo desde que llegaste el mundo se congeló a mi alrededor y no existía otra cosa que no fueras tu. Te vi pasar con vestiduras blancas, resplandecientes como el sol, llena de sabiduría, con garbo y postura inconfundible.

Te miraba anonadada hermosa dama de blanco. Tu pelo castaño se movía al compás de tus caderas y tu caminar era como danza clásica en su máximo esplendor. Las luces alumbraban la mágica escena de nuestro reencuentro. Me miraste e inmediatamente una lágrima recorrió tu perfecto rostro, la alegría nos invadía a ambas de forma incontenible. Nuestras sonrisas eran permanentes.

Me resultaba increíble que ya hubiesen pasado once años y aún siguieras igual. Yo por el contrario si cambié, estaba más delgada, con el pelo de otro color y con otro corte e incluso llevaba anteojos. También tuve una preciosa niña (María Luna) de siete años en ese entonces y el pequeño José Enrique que apenas tenía un año. Tú también habías tenido un hijo, Juan Armando de cuatro años. No conocías a mis bebés ni yo al tuyo y por tu complicada agenda no creo que hubiese un tiempo estipulado para eso.

 Te acercaste a mí y me diste un fuerte abrazo en el cual sentí todo el amor que me había faltado en esos once años y te amé de nuevo. Me olvidé del pasado y de los errores de ambas, mas no de los aprendizajes por los mismos. El resplandor en nuestros semblantes era indescriptible, casi tangible. Parecía que un día antes nos habíamos despedido y que las cosas habían ocurrido de forma diferente.

Salimos de aquella calle abrazadas y llegamos al hotel “Skies are blue” donde nos hospedaríamos. Conversamos  y revivimos muchos recuerdos y llegó la parte del porqué me fui. Hui creyendo que así todo sería más fácil, pero luego me di cuenta de que era mejor hablar las cosas. Tu y yo siempre fuimos muy parecidas (demasiado) y por eso chocaban tanto nuestras opiniones cuando eran opuestas. El hecho de que no aceptaras mi trabajo me hizo enojar y fue la razón por la que me fui, queriendo creer que te detestaba, mas sabiendo que te extrañaría y que jamás podría dejarte de amar.

Hermosa dama de blanco ese día nuestra relación volvió a nacer, el tiempo nos hizo entender que teníamos que aprovechar cada ocasión juntas y disfrutarla al máximo. Por eso hoy te agradezco madre por mi segunda oportunidad, porque me dejaste demostrarte que te amo y que junto a mis hijos eres lo más importante que tengo. 



martes, 16 de noviembre de 2010

Luna, muñeca de porcelana..

Lunita preciosa cuanto quiero cuidarte, mas sé que el tiempo no me sobra y el que te dedico no es suficiente. Tampoco puedo cuidarte cuando tú misma no te has sabido cuidar. Tus hermosos vestidos hacen contraste con tu ya despintada piel.

Te veo y no puedo evitar sonreír, aunque no luces igual que antes tu belleza es la misma en esencia, sin embargo el tiempo se ha encargado de desgastar un poco tu figura. Por qué no te has dedicado más a ti? Sé que soy culpable de robar algunas horas de tu compañía, momentos en los que necesité desahogarme o simplemente una sonrisa de tu parte, mas eso no es excusa para tu descuido.

Lunita aprendí a ser fuerte contigo, pero al verte débil en este momento, dudo poder seguir adelante. Te has vuelto mi refugio y fortaleza y yo quiero serlo por igual para ti. Quisiera devolverte todo lo que me has brindado, pero me temo que es imposible.

Deseo permanecer a tu lado por más tiempo, protegiéndote, mimándote, peinándote y hacerme más cercana a ti. Aunque pasen los años, aunque te pierdas, aunque ya no me acompañes, aunque se rasguen tus vestidos, aunque te desvanezcas, siempre serás mi favorita, siempre serás mi Luna, muñeca de porcelana, con la que crecí y me hice mujer.


Lazos importantes..

Sonrisas inagotables, realidades perfectas, pequeñas diferencias, lazos fuertes, convicciones sólidas, momentos inolvidables, almas gemelas, salidas diarias, llamadas a cualquier hora, mensajes inesperados; éstas y miles de razones más son las que pueden lograr que una persona se haga imprescindible en nuestras vidas.

Lo básico que demanda una amistad es  tiempo + lealtad + confianza + respeto + aprecio + el toque personal de cada individuo. Sin embargo una cosa en la que muchos no se fijan es en los beneficios obtenidos a pesar de nuestros errores y defectos. Me explico mejor, muchas veces en nuestra amistad fallamos y por el amor que nos tenemos nos perdonamos (aunque existen sus desdichadas excepciones) o a veces tenemos beneficios no merecidos.

Por ejemplo, imagina estar peleado con un amigo y que un día él se aparezca en tu casa y te diga que consiguió boletas para el concierto de su artista favorito y que no pensó en nadie más que en ti para acompañarlo. Es un intento de reconciliación que vino acompañado de un privilegio tal vez no merecido.
O pongamos un ejemplo que no tiene una recompensa material, supongamos que estamos peleados con otro amigo y de repente nos lo encontramos en un bar, pasado de tragos y haciendo tremendo espectáculo, lo sacamos de allí, lo llevamos a casa a regaña dientes, le damos algo de comer, lo bañamos si es necesario, estamos ahí cuando necesita ayuda para ponerse el pantalón porque se cae.

Ese es un beneficio que él recibió en una ocasión en la que entendemos quizás no merecía, pero donde existe una verdadera amistad al momento de actuar se olvidan las diferencias y es lo importante. Esos pequeños beneficios inmerecidos son los que ayudan a fortalecer nuestros lazos de amistad, son los que nos hacen más cercanos, más humanos. Son la razón por la cual quizás se convirtieron en nuestros amigos o por la cual los amamos más y los convertimos en nuestros hermanos.


lunes, 8 de noviembre de 2010

El "stalker"...

Tus ojos siguen ahí, observándome. Quitando la pizca de paz que aún poseo. Llevas varios días sin dormir, calculando cada uno de mis pasos, digiriendo mis movimientos. Sé que estas ahí, mas no tengo constancia de ello.

No sé quién eres, dónde vives, qué haces, ni siquiera te conozco personalmente, sin embargo haces que me estremezca con tan sólo pensar que estás cerca, imaginar que te veo cara a cara me engrifa y hace que pierda los estribos. Tu mirada me congela y verte me petrifica.

Al principio creía estar loca, pero no. Eras tú quien se escondía tras las sombras de los manzanos que me vieron crecer, quien me perseguía hasta la escuela a diario, el que se aparecía en las fiestas de mis amigos sin conocerlos. Siempre estuviste ahí; crecí con temor gracias a ti y al cumplir los 17 otoños fue que confirmé tu existencia, tu protagonismo en la pesadilla de mi vida. Estabas en todas partes.
Hubiese preferido creer que carecía de cordura, sin embargo más de cien veces vi tu ojo asomándose en aquel ventanal.



martes, 2 de noviembre de 2010

Me dejaste caer..

Me viste tropezar y ¿qué hiciste? Nada! Sólo te plantaste en frente mío y me miraste con ojos que irradiaban felicidad, sin embargo si los examinabas cautelosamente te darías cuenta de que eso era sólo una ilusión, parte de alguna jugarreta tuya.

Tu felicidad falsa me provocó sentimientos encontrados, no sabía si sentirme mal o si preguntarte por qué diablos la fingías. Por otra parte, me alegró ya que pude ver que tu burbuja de perfección se rompía y que en realidad no existía.

Fue impresionante la forma en que me miraste, no sabías qué hacer, si ayudarme o huir a toda prisa de allí para así romper la conexión tan fuerte entre nuestras miradas, pero te quedaste justo ahí sin hacer nada, totalmente inmóvil.

Las lágrimas comenzaron a recorrer mi rostro de manera sutil y me miraste con cara de ternura, ¿por qué no me hablabas? ¿Qué te lo impedía? Yo lo intenté, pero mis cuerdas vocales estaban destrozadas a causa del dolor que invadía mi cuerpo y corazón.

Te acercaste unos pocos pasos y pude ver más de cerca el vacío de tu alma, esa falta de humanismo y un exceso de ego y pude comprender tu forma de ser, aunque conservaba una vana esperanza de que cambiaras, de que no fueras ese ser desalmado plantado justo delante de mi.

Te seguiste acercando y cuando al fin tu rostro y el mío estuvieron a escasos centímetros de un mágico roce, te fuiste dejando ahí una parte de tí que a lo mejor algún día te hará falta.


Lágrima..

Cristalina tu te veo bajar,
recorriendo cada parte de mí,
saliendo sólo si me descuido
y corriendo apresurada temiendo lo peor,
que te toque y elimine y no te deje ser feliz
luciendo tu sublime y a veces adorable belleza..

Al verte formar parte de mi persona
los demás se asombran, se cuestionan
y vienen a socorrerme enseguida haciendo así
que al final mueras con dignidad
y no vuelvas a reencarnar o salir a flote
hasta mi proximo descuido..

Pequeña niña..

Pequeña niña
No digas adiós
Que el amor
Te volverá a mirar


Mujer de sonrisa eterna
Pronto veras
Todo vuelve
A la normalidad


Y si piensas,
Que no hay mayor soledad
Por la que pasas


Piensa en mí
Y volverás a soñar
Volverás a sentir el calor
Que nos rodea


Pequeña niña
Deja de llorar
Pronto el sol brillara
Y volverás a amar..


 Dedicada a mi :)
By: Carlos Gonzalez
 te quiero primoo!

martes, 26 de octubre de 2010

Robo a velocidad..

Una noche fría y oscura paseaban Pierre el zorro y Jean Paul el leopardo por las calles de París, Francia. Estaban hambrientos, tenían frio y el aire que se respiraba era mortecino. Mientras caminaban y hablaban de sus desdichas pasaron por enfrente del Museo más grandioso e imponente del mundo: El Louvre de París.

Enervados por la magnificencia del majestuoso lugar comparado con sus miserables vidas desearon poseer aunque fuera una mísera parte de toda esa riqueza y así nunca más estar hambrientos o tener frio.

Tiritando Pierre le dice a Jean:
-Jean tengo una idea, LA IDEA.
-¿sí? ¿Cuál es? Dijo Jean.
-Mañana en la noche cuando el sol se acueste y el Museo esté cerrado, robaremos la pintura mas famosa del tout el orbe. Combinando mi astucia con tu rapidez.
-La obra de arte más famosa… Ah La Gioconda!
-Exacto!

Pasaron el resto de la noche y parte del día siguiente planeando todo, el robo perfecto: Un robo a velocidad.

Llegada la hora Jean Paul & Pierre traspasaron los muros del museo con facilidad y sigilosamente se acercaron a su objetivo. Maravillados frente a su obra de arte Jean exclamó – Oh lalá Pierre he aquí nuestro futuro. Descubrieron que Facundo el pingüino encargado de vigilar el museo, se encontraba profundamente dormido en su silla, esto facilitó aun más el trabajo.

Sacaron a toda prisa la obra de allí y Facundo ni se percató de lo ocurrido. Fueron a su guarida con la velocidad de un rayo y en menos de lo que canta un gallo ya la pintura estaba en casa de Pierre muy bien escondida.

A la mañana siguiente Alfredo el topo llegó a la hora acostumbrada, muy tranquilo y campante, puesto que no esperaba que al llegar lo sorprenderían con una noticia tan terrible, la Monalisa había desaparecido sin dejar rastro alguno.

El pobre Facundo estaba temblando de miedo porque sabía que lo iban a despedir. Comenzaron la búsqueda a toda prisa, buscaban algún rastro, alguna huella, algo, pero al parecer no había nada.

Alfredo ofreció una recompensa de un millón de euros, por lo que Jean y Pierre decidieron muy astutamente arruinar un poco el marco y llevar solo la pintura, bajo la excusa de haberla encontrado en un puerto.

Alfredo el topo decidió tomar la pintura, re-enmarcarla y dar la recompensa a los ‘‘grandes héroes del Louvre’’. Al fin Jean y Pierre no volvieron a tener ni hambre ni frio jamás.


Una hoja cayó..

Un bello amanecer adornó mi dia, todo parecía de película, el sol, el rocío, las rosas en mi ventanal. Me levanté temprano y salí a buscarte mi amor; fui a tu encuentro y te miré fijamente a los ojos con todas las ganas del mundo de gritarte cuanto te amo y todo el tiempo que lo he ocultado hasta del más leal de mis amigos.

Tu semblante y el mío estuvieron conectados por unos segundos como por medio de una electricidad que te obligó a acercarte a mí y preguntarme cómo estaba, lo cual me hizo sonreír como tonta y responderte de inmediato. Hablamos unos segundos y luego te marchaste a clases, parecía que en ese dia viste algo diferente en mi que no habías notado antes, y me alegro de que lo hayas hecho.
Después de clases me buscaste para que nos fuéramos juntos a casa y la verdad me sorprendió muchísimo. Hablamos tanto y de tantas cosas en el camino que cuando llegamos a la puerta de mi casa duraste al menos una hora para irte, y lo hiciste porque tu madre llamó, ya que ninguno de los 2 nos percatamos de cuánto tiempo llevábamos ahí.

Así sucedió el resto de la semana, del mes siguiente, del otro y un poco más. Yo estaba impactada por tu cambio repentino, sentía que cada dia me acercaba más a ti y mi anhelo de que te convirtieras en algo más que un amigo lo veía próximo a volverse realidad. Me tratabas como reina en palacio y yo no veía la hora en que te animaras a dar el siguiente paso.

Mi desesperación comenzó a acrecentarse en las semanas siguientes porque ya no permanecías tanto tiempo en mi casa, no hablábamos tan frecuentemente y ya muy pocas veces me acompañabas a casa. ¿Qué te pasaba? ¿Por qué el cambio tan de repente? el cambio fue de un extremo a otro tal cual lo hiciste cuando comenzamos a hablar.

Duramos un par de días sin dirigirnos la palabra prácticamente, me dolía, me dolía bastante ver que me pasaras por el lado a veces y ni siquiera te percataras de ello, ahora vivías en tu propio universo paralelo. Hasta que un dia tomé una decisión, si tu no ibas a buscarme ni hablarme más yo lo aceptaría, pero no sin una buena explicación primero.


Me dirigí hacia donde tus amigos y pregunté por ti y ellos me dijeron que estabas en el parque debajo del árbol que juntos escogimos para desahogarnos siempre que lo necesitáramos o simplemente para estar solos. Corrí hasta allá esperando encontrarte solo, pero desafortunadamente para mi no fue así.


Allí estabas con ella, la dueña de tus actos y pensamientos, ¿cómo lo sé? Por la cara de bobo que tenías, la mirabas de una forma en la que nunca te había visto, tu actitud era diferente a la de siempre, te veías ido. Le diste un abrazo que aunque quiera jamás podré olvidar, desde lejos pude percibir la conexión entre tu alma y la suya, haciendo así que la mía se destrozara en pedazos.

No pude evitar que mi rostro se llenara de lágrimas, las que transmitían la pureza e inocencia de mis sentimientos y que a su vez humedecían todo a mi alrededor. El dolor que causó esa escena en mi es innombrable, pero ver tu cara al percatar que yo los observaba desde la distancia hizo florecer sentimientos encontrados, quería irme, pero tu cara desconcertada hizo que me quedara allí. La dejaste sola y corriste a mi encuentro, yo también corrí, pero me alcanzaste, no quería verte ni escucharte ni hablarte, sólo quería alejarme de ti. Me sentía traicionada, en todo el tiempo en el que convivimos nunca la mencionaste como más que una amiga y de repente desapareciste y eso fue todo lo que supe.

Llegaste hasta donde estaba y me abrazaste, juraste que todo había sido un malentendido, secaste mis lágrimas y me miraste profundamente a los ojos como solías hacerlo. Me pediste una oportunidad para explicarme y te la di; dijiste que ella era la más cercana de tus amigas, que con ella planeabas cómo conquistar mi corazón y poderme expresar lo que sentías por mi (yo no te creía), te acercaste y me besaste dejando plasmado en mis labios una pequeña fracción de ese amor. Te golpeé y salí huyendo, pero me volviste a atrapar.

Me juraste no soltarme hasta que me diera cuenta que lo nuestro era amor eterno, me confesaste que desde el dia en que nos conocimos quedaste flechado y que tu amiga sólo te había intentado animar a confesármelo. Vi la verdad reflejada en tus ojos y cuando terminaste de hablar, te besé intensamente queriendo demostrar que desde siempre te amé y ese dia nuestro amor se selló al ver cuando justo después del beso una hoja cayó, tal como el dia en que nos conocimos.


Una muerte inesperada..

Caminaba yo muy contenta por la calle hacia mi casa cuando de repente se me cruzó un ser imponente antes mis ojos, el hombre más galante de este mundo, nada más y nada menos que mi novio Raúl. Se me acercó y me dijo que había querido sorprenderme (así lo hizo) y que me quería invitar a tomar un helado porque en ese día cumplíamos ya seis meses de una hermosa relación y los dos estábamos muy contentos el uno con el otro.

Entramos en la heladería, pedimos nuestros helados y nos apropiamos de una mesa. Me observaba con ojos tiernos y a la vez desconsolados, le pregunté por qué me miraba así y contestó que le dolía no poder mirarme todo el tiempo que quisiera y que lamentaba no estar siempre conmigo. Le dije que no hablara de ese modo, pues gracias a Dios teníamos la oportunidad de vernos todos los días y de disfrutar de la compañía del otro.

A continuación, una lágrima se posó en su ojo y pasó a recorrer su pómulo derecho, muriendo al caer sobre la mesa. De repente Raúl se agarró el pecho con fuerza y puso una cara espantosa, corrí a socorrerlo al tiempo que gritaba para que llamaran a un médico o una ambulancia y en menos de diez minutos ya nos encontrábamos en el hospital, llamé a sus padres y a los míos para que estuvieran al tanto de todo.

El médico pidió que esperara afuera (no sabe lo tortuoso que fue), cuando por fin salió dijo que lo habían estabilizado y que en poco tiempo podría ir a verlo. A los veinte minutos pude entrar a un cuarto a verlo, se veía tan diferente estaba pálido, tenía los labios secos y estaba sin fuerzas. Pero me habló, dijo que necesitaba que yo viera dos cosas, una era un papel medio viejo y arrugado con aspecto de carta y el otro era su historial médico. La carta decía lo siguiente:

"Mi amada Ana, he de confesarte que el tiempo que llevamos juntos ha sido el más feliz de mi vida. Quiero agregar que te amo y que eres la persona más especial, por esto mismo necesito revelarte algo que nadie (a excepción de mi familia) sabe. Tiene que ver con mi salud y para que te enteres de una manera más detallada y profesional ve a la clínica de San José, pide mi historial y sabrás el mal que me aqueja. Pd: te amo con todas mis fuerzas. Siempre tuyo, Raúl."

Debo confesar que esa carta me llenó de intriga y angustia, procedí a buscar lo que me había pedido. Al encontrarlo y comenzar a leerlo sentí como el corazón se me comprimía y como por un segundo dejó de latir. Raúl tenía cáncer de pulmón desde los dieciséis  años, habia sido tratado fuertemente y se había recuperado, hasta que a los dieciocho  años descubrieron que el cáncer le había hecho metástasis y le había llegado al corazón, se le trató y se había controlado hasta este dia. Las dudas, el dolor y las lágrimas se apoderaron de mí, fui hacia él y lo abracé con todo mí ser, era el momento de demostrarle que estaba con él. Al cabo de un rato llegaron sus padres y los dejé a solas por un instante, luego volví porque él quería hablarme.

Me dijo que su motivación para combatir su enfermedad día tras días había sido yo, que por mi daría la vida si era necesario y que por primera vez en cuatro años de tratamiento sentía que se iba, que no tenia fuerzas. Le dije que no pensara de ese modo, le pedí a sus padres que nos dejaran a solas y ellos accedieron. Le hice saber todo lo que él había significado en mi vida y cuanto lo amaba, que mi amor iba ser eterno literalmente, respondió que el suyo por igual sin importar donde estuviera y que me amaba más de lo que yo jamás pudiese imaginar.

Al terminar de pronunciar esas palabras el aire le comenzó a faltar, se puso morado, llamé a la enfermera y al doctor, pero en lo que ellos llegaban Raúl perdió el aliento, se me fue. Ahí murió él en mis brazos, frente a mis ojos haciendo aún más profundo el dolor de mi alma. Ese día fue su muerte física y la mía espiritual y emocional. El se fue llevándose toda la felicidad consigo y sin dejar rastro de ella para mi otra vez…


domingo, 24 de octubre de 2010

Tu sombra..

En algunos momentos he deseado explotar, que las personas notaran que no se puede vivir en una burbuja de cristal, que la cajita de perfección se ha roto desde hace siglos y que la vida aunque no sea color de rosa cada día se destiñe más.

He tratado de ser inexpresiva, de no hacerme notar, de no inmutarme, de hacerles ver a todos lo que ellos desean, de no mostrarme por completo ante nadie y de matar poco a poco cada sentimiento reflejado en mi. Me he vuelto monótona, acompaño a todos sin embargo siempre estoy sola; me importa todo y nada a la vez. Todos en algún momento han querido estar conmigo y yo siempre he accedido. Para algunos soy lo mejor, para otros su peor pesadilla. Los he invadido buscando hacerme imprescindible y necesaria en sus vidas, para luego de vez en cuando desaparecer por períodos indefinidos.

Ya no creo en eso del amor y en la amistad lo hago muy poco, he visto como personas que se ‘‘aman’’ se traicionan, algunas me lo confiesan, otras lo reflejan en sus rostros y ojos culpables y a los demás simplemente no les importa. Quisiera que en algún momento la gente se preocupara en verdad por los demás, no por interés y dejara su egoísmo a un lado que lo hace tan humano y es uno de los culpables de su imperfección. Desearía terminar con la desgracia de muchos, pero si lo hiciera ya no volverían hacia mí llorando ni desesperados ni coléricos y eso me mataría del aburrimiento.

Por mi presencia las personas inventaron a los famosos ‘‘amigos imaginarios’’ que es una forma bonita de llamarme. Conmigo la gente ha cometido muchas estupideces y en ciertos casos hasta han perdido la cordura; han querido exterminarme infinidad de veces también, pero como ves aquí no han tenido ni un poquito de éxito. Quizás en este instante te estés preguntando quién diablos soy y ya quiero acabar con tu curiosidad o tal vez angustia y con esta historia que se ha vuelto un poco larga para mi gusto, así que te diré que yo soy la inseparable… soledad.


Estrellas & soles..

Una vez concebido el firmamento da inicio una historia acerca de la Estrellita Dorada y algunos sucesos de su vida; todo comenzó el día en que ésta demostró que brillaba mucho más que la mayoría de sus hermanas, por tanto ya salía desde más temprano en la noche y se despedía más tarde al amanecer de cualquiera de los lados del planeta Tierra.

En esta trayectoria conoció a un amigo muy peculiar llamado Sol de Otoño y se hicieron buenos amigos, se hablaban bastante y se sentían como si tuvieran años luz de conocerse. Dorada le comentó a Nube Blanca (su mejor amiga) todo acerca de su nuevo amigo y que él comenzaba a gustarle, ella le advirtió que tuviera cuidado y no se hiciera muchas ilusiones ni se entusiasmara porque al ser los Soles seres superiores, difícilmente se fijarían en ‘‘pequeñeces’’ como ellas.

Pasaron unos días y cada vez se hacían más amigos e inseparables durante el amanecer y el ocaso, cuando no estaban juntos se comunicaban a través de estrellas fugaces o por medio de cometas. La Estrellita cada día brillaba más a causa de todo esto, estaba loca por gritárselo a los terrícolas (como si la fueran a entender) y la Nube se volvió su cómplice en este amor secreto y la ayudaba cuando quería dejarle mensajes escritos con sus amigas en el firmamento para que él los viera.

Después de un tiempo el Sol Mayor se dio cuenta de que el brillo de la Estrellita era enorme y la envió a una posición muy alejada para que allá en la lejanía diera luz a los que se perdían en la oscuridad de la noche, pero ocurrió que con esto ya no podía ver ni tener ningún contacto con Sol de Otoño ni siquiera por estrellas fugaces o cometas.

Se hizo amiga de las Estrellas Lejanas, llegaron rumores que la hicieron enfadar mucho, éstos se referían al Sol que daba calor a su vida y decían que tenía a una nueva amiga que no era tan amiga, sino más bien algo más, se llamaba Luna Llena y según todos él se desvivía por ella. A eso de dos semanas los rumores se confirmaron y la pobre Dorada perdió ese brillo que la caracterizaba, ya no quiera salir de noche a hacer su trabajo y añoraba las mañanas para esconderse del lado el mundo que tanto amaba.

Un día se armó de valor, salió de su posición y fue hasta donde él y perdiendo los estribos le confesó todo acerca de sus sentimientos y de cómo él con sus aires de grandeza le había dado falsas esperanzas. El se sorprendió grandemente y no supo que decir, pero antes de que tuviera tiempo de asimilar las cosas Estrellita comenzó a brillar más, tanto que casi irradiaba tanta luz como él. Lo miró atenta y fijamente y le dijo las siguientes palabras de una forma en que pocos en este universo infinito podrían comprender:
‘‘Esa Luna, ‘‘tu’’ Luna quizás sea la guía de algunos en la noche, sin embargo su luz es el reflejo de la de otros, en cambio las estrellas poseemos nuestra propia luz y no importa cuando ni donde siempre estaremos ahí demostrando al universo lo que nos caracteriza. ¿Sabes qué? Hoy me doy cuenta de que aunque nos encontremos en el mismo Espacio, nunca estaremos juntos…’’

Luego de estas palabras, Dorada volvió a su posición y tres años luz más tarde supo que su ex-amado Sol ya no estaba más con Luna llena, que por alguna razón la había dejado. Nadie parecía saber por qué. 

Los planetas se prepararon para alinearse como cada año con el Sol y cuando faltaba poco tiempo para el alineamiento se dieron cuenta de que Sol de Otoño no estaba allí, Sol de invierno se puso en su lugar para cubrirlo, pero no era lo suficientemente potente para aguantar por mucho tiempo.

Los cometas empezaron a volar con mensajes para Sol de Otoño, pero él no aparecía. Lo buscaban por todas partes. Estrellita también comenzó a buscarlo y parpadeó tan fuerte como pudo para encontrarlo. Luego de un rato de insaciable búsqueda, lo encontró. Estaba detrás de un asteroide escondiéndose del universo, estaba tan apagado que nadie había logrado reconocerlo.

Estrellita intentó subirle el ánimo y saber además por qué se encontraba así, a lo que éste explicó que su pelea lo había dejado muy triste y que sus lágrimas habían comenzado a apagar su luz. Dorada se sintió culpable y le dijo que no tenía por qué preocuparse que ella estaba bien y que había sido una molestia momentánea, que lo perdonaba y que podían ser amigos, pero que era necesario volver a sus posiciones para no alterar el curso del universo.

Sol estaba débil, así que Estrellita lo ayudó a moverse y cuando llegó a su posición se dio cuenta de que Sol estaba apagándose más y más y los planetas ya necesitaban la luz para poder continuar con sus tareas, así que Dorada abrazó fuertemente a Sol de Otoño e hizo que un brillo inigualable surgiera de ambos, logrando formar muchos arco iris en todos los lugares de los planetas y una lluvia de estrellas cerró el hermoso espectáculo de alineación.

Todos celebraban el gesto tan valiente de Dorada y Sol volvió a dar tanta luz como antes. Todos los miraban fijamente y admiraban la luz que surgía de ambos cuando estaban cerca. Sol mayor se acercó y dijo que había sido una tontería alejarlos y que de ahora en adelante Estrellita Dorada se convertiría en la guía de los niños, sería la Segunda estrella a la derecha, que los llevaría al país de los sueños, donde siempre quieren estar para no crecer nunca jamás.


sábado, 23 de octubre de 2010

Abanico de recuerdos..

Giro sin parar dentro de un abanico de recuerdos que van circulando mis pensamientos. Poco a poco algunas caras van dibujándose a mi alrededor unas agradables, otras no tanto y van contándome historias pasadas que valen la pena recordar.

Disfrazado de alegría encuentro a mi amigo el Tiempo que es bueno pero tarde o temprano se volverá en mi contra y puedo observar a algunos de mis mejores años merodear tras él jugando y comparándose para ver cuál de todos es el mejor. También se encuentran los mellizos Espacio y Lugar que siempre andan juntos de un sitio en otro siendo impensable que uno aparezca sin el otro con esa seriedad y picardía que tanto los caracteriza a ambos.

Luego, llega hacia a mí el Momento de mi apertura hacia el mundo, el día en que comencé a ver las cosas tal cual son, sin nada de rodeos, el día en que pensé en todo lo vivido y caí en cuenta de muchos errores cometidos y de algunos otros que afortunadamente no cometí y de los cuales me salvé. Y pienso en cuantas maravillas he tenido la dicha de presenciar y se me acercan los 5 responsables (en parte) de casi todo lo ocurrido, el Tacto, Olfato, Gusto, la Visión y la Escucha y caminan acompañados de un sexto que no todos poseen y no muchos pueden percibir, el Sentido Común y un poco más atrás cuidándoles las espaldas a todos y con mucha precaución se encuentra la séptima acompañante, la Intuición.

Más y más cosas siguen pasando, yendo y viniendo haciéndome entrar en un trance repentino que me consume y a la vez me agrada y luego los veo a todos marcharse y despedirse tal cual vinieron haciendo que todo se pare en seco, que vuelva a mi realidad y que mi leve utopía llegue a su fin.

Burbujita..

Una burbuja de irrealidad explotó frente a mí, trayendo consigo un mar de recuerdos difíciles de olvidar que expresaban alegría y dolor, que mostraban la inhumanidad de algunas personas y lo sublime de otras, lo indescriptible del amor y lo soberbio del odio.

Me encantaría dejar las utopías atrás y verlas convertirse en realidad, que cada quien pudiera realizar sus sueños de manera satisfactoria. Ver que el sol salga con una sonrisa para todos y se acueste con otra aún más grande y que la luna apareciera revestida de gala con su vestimenta de plata y danzara en la noche con todas las estrellas.

Ver el mundo irradiando colores inimaginables y llevando lo impensable a ser posible entre lágrimas, sonrisas y abrazos, desmenuzando también cada parte del universo y viendo lo que es complejo con la simplicidad con la que se mira una roca.

Ver todo con una perspectiva distinta, despierta cada uno de mis sentidos y hace que todo cobre un sentido maravilloso y cuando cierro los ojos comienzo a sentir lo que hacía años no sentía, nostalgia, nostalgia de la inocencia e ignorancia, porque dicen que el que ignora, es más feliz.. pero aun así se que en algún momento la felicidad llegará hasta mi de una forma tan hermosa que mil escritos no podrán describir tal sentimiento y belleza.


jueves, 21 de octubre de 2010

Descorazonado..

Te abrí mi corazón y te dejé ver lo poco que quedaba de él y tu reacción fue igual que la de todos, tomarlo y pisotearlo, pero no fue una labor de un día (ojalá así hubiera sido), te tomaste tu tiempo y poco a poco fuiste ganando terreno. 

Íbamos juntos a todas partes, te hiciste amigo de mis amigos, te ganaste un lugar en mi casa, mi familia te hizo su familia, ¿y todo para qué? Para que me prometieras un mundo que no existía. Actuabas de forma tan natural que hasta parecía que sentías algo, pero en realidad (ahora que lo veo todo más claro) la frivolidad es lo que prima en ti y en todos tus actos.

Aún recuerdo uno de esos días en los que estuviste en mi vida. Llegaste a casa en la noche y me ayudaste con un proyecto, después de eso decidí contarte una parte de mi vida que no conocías (que no imaginarías) y creo que ese día fue la única vez que ví un dejo de debilidad en tu semblante, el ligero reflejo de algún sentimiento floreció en tu mirada y desde que terminé de hablar dijiste ‘‘quiero ayudarte’’, sin embargo luego de esas palabras te fuiste de mi casa. 

A partir de aquel momento tu trato hacia mi persona se volvió algo distante, no sé si era porque estabas comenzando a tener sentimientos por mi o porque todo era parte de tu plan para destruir lo poco que quedaba de mi.

Era triste despertar y darme cuenta de que sólo vivía para llenar un requisito, porque el amor que sentí por tí se convirtió en desgano, en depresión, en sufrimiento por tu ausencia, en lágrimas de sangre, en el dolor más fuerte que puede ser experimentado por cualquier persona. Sólo vivía para cumplir con lo ‘‘necesario’’ antes de morir. 

Era triste no creer en nada, ni en el amor ni en la amistad por tantas decepciones y traiciones vividas en los mismos. También reconocía que no siempre hay finales felices, que no existen los cuentos de hadas, ni Cupido, ni el amor a primera vista, mas si existe la atracción física y la pasión que en algún momento se desvanecen y traen consigo la traición, la falta de compromiso y la dejadez de las personas. Sin embargo con el paso del tiempo descubrí una cosa.

Comprendí que teníamos algo en común, un lazo casi indestructible que nos unía. Tu al igual que yo habías sufrido mucho y tu alma también, sólo que tu reacción fue diferente a la mía, tu decidiste ser idéntico a ellos, tomar el corazón de los demás y destrozarlo. Mas conmigo no pudiste terminar tu labor por completo y antes de culminar todo decidiste marcharte para no herirme ni herirte tu mismo más de lo que lo habías hecho ya. También comprendí que llegaste a amarme, a tu forma. Me volví alguien importante para tí y por eso huiste, para no causarme más daño, ya que te importaba más de lo que tu querías.

Yo hasta el día de hoy no lo había entendido y detesté el hecho de no tenerte, de no poder verte cuando quisiera, de no poder abrazarte y expresarte cuán importante habías sido en mi vida y todas las cosas que aprendí y comprendí luego de tu llegada. Y tanto intenté odiarte que solamente conseguí amarte más, un amor que es insaciable, que no tiene medida alguna, un amor que no ha conocido el tiempo, un amor sincero, un amor puro, un amor incorruptible, un amor que todo lo ha soportado, un amor que espera, un amor verdadero que no ha esperado ser correspondido, un amor que jamás cambiará, pero como los dos sabemos bien por muchos motivos nunca podremos estar juntos de nuevo y uno de ellos es que tú continuarás siendo siempre el mismo descorazonado...


miércoles, 20 de octubre de 2010

La chica del diamante..

Esta corta historia la escribi cuando tenia 14 anios de edad en noviembre, espero la disfrutes.

Una vez una muchacha fue a una joyería y vio un hermoso diamante, pero no tenía el dinero suficiente para comprarlo; otra joven visitó la misma tienda rato despues y le encantó la misma joya; ella si pudo adquirirlo pues era una persona adinerada y no tenía que hacer mucho esfuerzo para comprarlo.

Al llegar a su casa se percató de que esa joya no era la que mejor lucía en ella y al día siguiente regresó a la tienda a devolverlo. El diamante fue devuelto porque no era el adecuado para ella, pero por eso no dejó de ser un bello, valioso y cotizado diamante.

Muchas desearon obtenerlo, pero a ninguna le quedo bien, era muy pequeño o muy grande, incluso muy costoso. La joven mencionada al principio se alegró muchísimo al escuchar que la joya había vuelto a su antiguo estante y ella comenzó a ahorrar para comprarlo y después de unos cuantos meses al fin logro obtener y alegrarse con el tan anhelado diamante.

 Moraleja:
Si tienes tu diamante, cuidalo.
Si no te luce bien, devuélvelo.
Y si aún no lo tienes, ahorra para comprarlo! ;)

Desde que llegaste..

Llegaste en un momento esperado de mi vida, en una fecha que no quisiera recordar. Porque desde que esos recuerdos regresan a mi mente no soy la misma y el llanto y la melancolía se apoderan de mi.

Tu me enseñaste muchas cosas, cosas que no vale la pena mencionar, ya que no tuvieron ningún tipo de relevancia positiva ni en mi ni en mi comportamiento. Me llenaste de desilusión, de poco tacto, de desesperanza, de amargura y dolor, de llantos insaciables, me quitaste gana alguna de vivir y condenaste a cadena perpetua a mi sonrisa.

Y es que por tu presencia me acostumbré a no reir y olvidé cuán cálido puede ser un abrazo en el momento indicado, lo delicioso de un beso en la mañana, lo tierno de una mirada llena de amor y todo lo que liga al ser humano de una forma u otra consigo mismo y con su felicidad. Tu me quitaste todo lo que me pertenecía, hasta mi alma te llevaste lejos para que fuera incapaz de sentir como lo hacen los demás y me llena de envidia ver como todos pueden ser amados, pueden sentirse queridos y protegidos y ver cómo a mi no me hace ni cosquillas lo que me dicen ni lo que hacen, que por más que intento recordar como se siente alguna emoción, no la entiendo porque hace años dejé de sentir cosa alguna...

Y es que desde que tu llegaste me olvidé de mi, de mis principios y de todo lo que vale la pena, de mis amigos, de mis amores, de mis familiares, de mis alegrias y es que Soledad desde que tu llegaste ya yo no sé vivir...


martes, 19 de octubre de 2010

El enmascarado..

En un día de primavera buscaba yo alguna noticia o acontecimiento que hiciera vibrar mi corazón y así poder escribir algo hermoso sobre el mismo. Leí periódicos, visité museos y parques y aún así no encontraba nada que me motivara a plasmarlo mágicamente en un papel. Así pasaron semanas, yendo y viniendo de un lugar a otro tratando de encontrar algún detallito que me inspirara y aún así no encontraba mi musa.

Hasta que un día decidí dejarme sorprender, no buscaría nada, dejaría que todo pasara e iría a ver la simpleza de las cosas. Y fue esa misma noche que lo encontré, encontré a un joven muy bien vestido que se hallaba ayudando a una envejeciente, estaban de espaldas a mí y de inmediato decidí acercarme y verlo todo desde un mejor ángulo, pude percatarme de que el chico traía una máscara puesta que no permitía que su rostro quedara al descubierto, sin embargo se podía apreciar cierta belleza, lo que me emocionó e intrigó más y fue el factor que desencadenó que les platicara. La señora se volteó y me saludó dispuesta a hablar conmigo y cuando volteé para hacer lo mismo con el joven héroe, ya no estaba, se había marchado.

Triste me marché a casa, pero me propuse encontrar de nuevo a este chico para hacerle una pequeña entrevista y conocer más a fondo de él y así hacer mi escrito, mas no lo volví a ver en lo que restaba de la semana. Ya no deseaba escribir sobre más nada que no fuera este héroe y era tan fuerte mi deseo que hasta soñaba con él y en mis sueños descubría quien era. Pero no sabía nada de él sólo lo que la señora me había contado y no era mucho.

El día siguiente me la pasé dando vueltas y haciendo todo tipo de compras a ver si dejaba de pensar en él aunque fuera por un instante y ya caída la noche resolví ir por unos libros a una tienda cerca de casa. Cuando estaba llegando, dos hombres se acercaron y me amenazaron con quitarme la vida si no los obedecía y en lo que yo reaccionaba apareció el enmascarado dándoles un buen susto a los maleantes que los hizo correr despavoridos.

Feliz agradecí a mi héroe por salvarme y le ofrecí una recompensa a la que se negó, le pedí entonces saber quién era y también se negó, así que le pregunté si yo le conocía y me respondió que sí, pero que tanto me esmeraba en buscar las cosas extraordinarias de fuera que no me percataba de lo extraordinario a mi alrededor, la simpleza de las cosas que se viven día a día, y que esa era la manera que había encontrado para hacerme entenderlo.

Y así se fue, dejándome pensando en la profundidad de sus palabras, intentando descubrir quién se hallaba detrás de esa máscara, encontrando por fin mi musa y expresando a través de este papel mi enorme gratitud y curiosidad. Ahora no hago otra cosa que pensar en él que se ha convertido en mi mayor inspiración y espero que vuelva pronto y me revele quién es y por qué llegó a apoderarse de mis actos y pensamientos, y es que ahora él se ha convertido en la razón de todos mis escritos.


martes, 12 de octubre de 2010

Escribirte hoy a ti..

Yo quería escribirte hoy a ti, describirte lo feliz que soy cuando estoy a tu lado, lo increíble de sentirte, lo maravilloso de compartirte con el mundo, lo divino de vernos crecer juntos, lo hermoso de reconocer nuestros errores, lo mágico de verte y aferrarme a ti, lo importante de tus apariciones y también darte la queja por lo fugaz que has sido en mi vida.

Te conocí hace tiempo ya, pero tienes ausente un período de tiempo casi inimaginable y he comenzado a extrañarte. En momentos me he precipitado creyendo que estás de vuelta y he dado pasos inseguros e inciertos que se han convertido en pequeñas heridas que sé que al tu regresar cicatrizarán para siempre, pero mientras me desangran poco a poco.

No sé si es que a ti no te gusta tanto compartir conmigo como a mí, pero la verdad es que extraño inmensamente aquellos tiempos. También recuerdo a una amiga tuya que quiso consolarme, pero no tuvo buen resultado, porque por más buena que fuese no era igual a ti, y a ti pues es a quien quiero conmigo, a quien deseo volver a ver, con quien quiero compartir mis sueños, deseos, noches y melodías y eres de quien anhelo recibir consejo.

La verdad ahora me cuestiono si en verdad te conocí o si sólo vi lo que quería, porque muchos dicen que el que te conoce permanece a tu lado por el resto de sus días y para siempre. En momentos juré escuchar tu dulce susurro, sin embargo el tiempo me hizo descubrir que era simplemente el soplo sublime del viento mezclado con mi agonía.

Por eso quería escribirte hoy a ti Amor, a ver si vuelves con tu luz a iluminar mis días y a llenarme de vida de nuevo, para así poder entregarme por completo a la persona que por medio de tu presencia amaré una sola vez y para siempre.


Sueños de una envejeciente..

Hoy día mis sueños y anhelos no se parecen en nada a los que cincuenta años atrás tuve. Ahora que las arrugas predominan en mi piel, las canas sobreabundan mi cabeza y la artritis se ha vuelto algo irremediable, vuelvo al pasado y comienzo a pensar cómo pudiese haber sido mi vida si no la hubiese dedicado a mi marido y a mis tesoros, qué habría cambiado, si yo sería la misma.

Mi gran sueño era ser famosa, pintar los cuadros más hermosos del mundo y bordar las cosas más impresionantes. Pero nada de esto sucedió gracias a la llegada de un hombre extraordinario a mi vida, el flechazo de Cupido fue instantáneo, mas no le hice saber de mi interés hacia él hasta seis meses después de haber comenzado a salir. Nos conocimos cuando a penas teníamos 15 años y desde ese día no nos separamos jamás.

Nos enamoramos y unos cuatro años después nos casamos y con mi primer embarazo dije adiós a mis sueños de ser famosa y a las demás cosas infantiles y comencé a trazar nuevos sueños y metas; éstos ya no eran sobre cuadros ni fama y tampoco eran sólo sobre mí, sino que ahora los mismos incluían a mi esposo y a mi niña que estaba a punto de llegar.

Ha pasado tiempo ya, tengo tres maravillosos hijos, a los cuales vi crecer y desarrollarse y ahora soy abuela de ocho personas increíbles, cada uno con personalidad distinta y con un millón de sueños por conquistar. Ahora los observo hablar y jugar desde el balcón y he llegado a la conclusión de que mi mayor sueño es verlos a ellos cumpliendo los suyos. Porque al gritar mi nombre cada vez que me veían me hicieron famosa, porque al verlos nacer inspiraron los cuadros llenos de color, amor y alegría para ellos y bordé lo más hermoso en la tierra gracias a su llegada, sus nombres. Así que no me arrepiento ni un segundo de haber dedicado mi vida a lo más valioso que tengo en esta vida, mi hermosa y única familia.

Inspirado en la mejor abuela del mundo, Yolanda Caridad Estévez de Guzmán. Una mujer entregada, dedicada a los suyos, humilde, alegre, fiel, preciosa por dentro y por fuera de la cual tengo la dicha de ser familia... Te amo tata por siempre y para siempre!


Muñeca de trapo..

Nunca vi niña igual, jamás pensé que existiese belleza como esa en la tierra más que en los cuentos de hadas. Al estar ella llena de hermosura y calidez, también la rodeaba la envidia y la falsedad de las personas y los que deseaban apoderarse de su inocencia y pureza.

Ella era una jovencita de pocas palabras, tenía amigas, pero eran escasas y éstas sabían muy poco de su hermosa compañera. Muchos intentaban hablarle y acercarse, pero por alguna extraña razón la pequeña siempre los evadía y en especial a los del sexo opuesto.

Un día la maestra le pidió a toda la clase que llevara el objeto que tuviera más importancia y significado en su vida. Muchas niñas llevaron sus barbies nuevas, algunas sus ipods, otras juegos de mesa y los niños sus carritos a control remoto, sus soldaditos, sus pistolas de agua, mientras que la pequeña niña llegó con un cofre deslumbrante; parecía bordado en hilos de plata y los rubíes y demás piedras preciosas lo adornaban mágicamente.

Todos morían por saber que había dentro de ese cofre, incluso la maestra y les puso turnos a todos para que explicaran por qué eran tan importantes las cosas que llevaron; y a nuestra amiga le tocó de último para hacer un ''cierre espectacular'' según la profesora. Cuando llegó su turno y por fin abrió el cofre lo único que vieron fue una sucia y vieja muñeca de trapo y la niña comenzó a relatar su historia:

‘‘Hola, me llamo Helen y tengo once años, sé que es un poco raro ver que mi cofre tuviera esta muñeca, pero les quiero decir que ella ha sido mi única amiga verdadera, siempre ha estado conmigo en los tiempos de dolor. Sé también que los papás que están aquí dirán que nosotros siendo tan pequeños no sabemos lo que es dolor, pero créanme que en mi caso se mejor que ustedes lo que esa palabra significa.

Mi muñeca Lola me acompaña desde que tengo un año, ha estado siempre y ha sido testigo de todas las cosas horribles que he visto y que me han pasado. Ella y yo vimos como mi papá golpeaba salvajemente a mi mamá cuando yo tenía tres años y a partir de ahí llevo a Lola a todas partes.

Mi papá golpeaba a mi mamá casi siempre y lo hacía delante de mí, hasta que un día cuando tenía cinco años vi a mi mamá sangrando mucho y me metí a defenderla, él enfureció y me golpeó en medio de la cara y rompió mi nariz, mi mamá salió de urgencia conmigo al hospital y cuando volvimos estaba dormido.

Después de ese día mi papá nos golpeaba a las dos siempre y un día se excedió, la golpeó tan fuerte que ella resbaló y cayó por las escaleras, rompiéndose el cuello. Llamé a una ambulancia y cuando iba a llamar a la policía él me atrapó y me juró que si hablaba me mataría. Fui a la clínica con mamá y allí la vi morir lentamente, dejándome sola con esa bestia.

He detestado a mi papá desde entonces y más después de que intentó propasarse conmigo y mi tío Roger lo impidió. Mi padre dice que nunca amó a mi mamá y que se casó por su dinero y que odió el momento en el que yo nací. Y Lola siempre ha estado ahí para llorar conmigo y para recordarme que algún día no lo veré más y estaré con mi mami.’’

Las palabras de esa niña conmovieron hasta al ser más frio de ese salón, todos estábamos llorando y nadie se percató del momento en que Helen salió del aula. La buscamos en todas partes, Roger se fue con algunos de los padres por el segundo y el tercer piso de la escuela y yo con las madres por toda la primera planta, revisamos la escuela completa, fuimos a su casa, a los hospitales cercanos y no la encontramos; por último se me ocurrió ir al cementerio y allí la encontré, tirada en la tumba de su madre, llorando desconsolada y con su muñeca en brazos.

Le pregunté si quería ir conmigo a otro lugar y se negó, dijo que ahora que todos sabían como era su padre ella esperaría su muerte al lado de la mujer que intentó hacerla feliz mientras vivió. Me negué a dejarla sola ahí y más después de saber semejante historia, así que me quedé junto a ella. Al cabo de unos minutos apareció su padre muy alterado amenazando con quitarle la vida y Helen le rogó que por fin acabara con su tormento y que la matara de una vez. El hombre tenía una cuchilla en la mano y cuando fue a clavársela, escuchamos un disparo y el hombre cayó de bruces en el suelo.

Era Roger, quien le disparó directo al corazón; y ahí yació él. Helen corrió a los brazos de su tío y lo abrazó fuertemente. El llegó en el momento justo para acabar con la agonía de su sobrina, para darle un nuevo giro a su vida. Dimos nuestras declaraciones ante la policía y de paso arreglaron los papeles para que Roger quedara a cargo de Helen y que así ella pudiese vivir feliz y tranquila al lado de alguien que sabíamos iba a cuidar bien de ella.

Quién diría que ya han transcurrido cinco años desde aquel día. Roger y yo que en ese entonces éramos novios, unos cuantos meses después nos casamos y hoy vivimos felices los tres en el modesto departamento de Roger, del cual nos tendremos que mudar dentro de poco porque estamos en espera de una linda pequeñita, que en honor a Helen la llamaremos Lola.